Ayer, viendo el programa que veo casi todos los días de noche, no pude evitar emocionarme con esta señora y su familia. Los que viven fuera del país también lo recuerdan con amor. Aquí no vale el "me iría demasiado" ni nada de eso.
Cuando el gentilicio venezolano y la unión familiar hacen emocionar a gente de otro país, no hay crítica que valga.
Les invito que vean este vídeo.